La llegada de Carmona a Iberdrola pone contra las cuerdas al actual equipo de comunicación de la compañía

La llegada de Antonio Miguel Carmona a la vicepresidencia de Iberdrola España, no solo ha gustado mucho a los socialistas, sino que parece que va a provocar una debacle sin precedentes en el aparato de comunicación de la compañía eléctrica, inmersa en una profunda crisis reputacional que le afecta por todos los costados.

 

Tras conocerse el nombramiento, se dio por hecho que Carmona llega a la compañía para ayudar a mejorar la reputación de la marca, y de paso mejorar también la imagen de Ignacio Sánchez Galán, presidente y CEO del grupo Iberdrola.

De esta manera, fuentes internas de la compañía dan por descontado que el aterrizaje del mediático Carmona tendrá efectos inmediatos para numerosos directivos, pero sobre todo para los que integran el área de comunicación, marketing y relaciones institucionales.

Así las cosas, Ricardo Hernández, que se incorporó recientemente como director global de Comunicación procedente de Mondelez, tendría los días contados al frente de esta responsabilidad. 

Luis Abril, el otrora directivo de comunicación de Telefónica y hoy asesor "aúlico" de Pallete en esta compañia, pero también de Sánchez Galán en Iberdrola, podría estar diseñando ya la nueva estructura comunicativa de la compañía energética que se pondría a las órdenes de Carmona, y que tendría como misión minimizar los numerosos frentes mediáticos de la compañía y su presidente, que sigue imputado en el caso Villarejo, al tiempo que el precio de la luz continúa encadenando récords y cobra tamaño el pulso de las eléctricas con la vicepresidenta Teresa Ribera.

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