El periodista Vito Quiles ha sido expulsado del Congreso de los Diputados, tras una controversia que se ha centrado en el uso de su acreditación parlamentaria, que muchos sectores consideran incompatible con su vinculación política, ya que desde algunos sectores cercanos al Gobierno, el periodista ha sido acusado de protagonizar episodios de acoso a políticos y de vulnerar los principios deontológicos del ejercicio periodístico.
En particular, su presencia en los pasillos del Congreso era considerada por algunos provocadora, al utilizar preguntas agresivas o declaraciones públicas que terminaban provocando enfrentamientos.
La decisión de retirarle la acreditación llega tras meses de debate sobre los límites de la libertad de prensa.
Vito ha denunciado lo que considera un acto de censura política orquestado por el Gobierno y sus socios parlamentarios.
El detonante de esta medida se enmarca dentro de una reforma impulsada por PSOE, Sumar, ERC, Bildu, Junts y el PNV, que modifica los criterios de acreditación de periodistas en el Congreso, de forma que a partir de ahora, la Mesa podrá revocar el acceso a quienes infrinjan el código de conducta, promuevan discursos de odio o intimiden a diputados y personal de la Cámara.
Esta reforma fue votada y aprobada en el pleno extraordinario del 8 de julio, dejando el terreno preparado para aplicar directamente la medida contra Quiles.
Ante esta situacion, Vito Quiles ha afirmado que esta expulsión no es por motivos profesionales, sino por una represalia ideológica, y ha asegurado que el Gobierno de Pedro Sánchez no tolera voces críticas, y que su salida del Congreso responde a una estrategia para controlar el discurso informativo desde dentro de las instituciones.
Además, ha señalado que su labor era mostrar lo que otros medios “callan”, y ha prometido seguir ejerciendo como reportero desde el exterior.
La oposición ha reaccionado de forma desigual; y mientras que Vox ha denunciado la expulsión como un atentado contra la libertad de prensa, el Partido Popular ha criticado el procedimiento, aunque ha optado por un tono más moderado.
Desde otros grupos parlamentarios, como Sumar o ERC, se ha celebrado la medida como una forma de preservar la seguridad y el respeto institucional dentro de la Cámara Baja.