Tras saber que Anders Breivik había sopesado el ataque a convenciones de periodismo, ahora se ha conocido que su conocimiento de los medios de comunicación es más profundo de lo que parece; hasta el punto de que, según publica el diario noruego Aftenposten, el terrorista de Oslo habría dejado numerosos mensajes antes de los ataques y habría preparado su identidad on-line con la intención de suministrar material a la prensa y conseguir notoriedad.
El asesino había preparados con esmero sus cuentas de Facebook, de Twitter yYouTube, en las que incluyó contenido y fotografías que mostraban su cara más amable y vestido siempre púlcramente o de uniforme. También se molestó en borrar fotos o comentarios que consideró inadecuados.
Podría decirse que antes de cometer los atentados que le harían ser conocido en todo el mundo, preparó concienzudamente una especie de "dossier de prensa", con el que contaría sus "veleidades políticas" a través de los medios de comunicación.
Dicho de otra forma, toda la información la había dejado perfectamente preparada para que se pudiera conocer fácilmente quién era, a qué se dedicaba, dónde vivía y se había educado y, sobre todo, su filiación ideológica: cristiano y consevador.
Destacan en este sentido una larga lista de ídolos ideológicos, antiguos y modernos, incluyendo a Manus Max o Winston Churchill; y los vídeos que subió a YouTube, con muy poco tiempo de diferencia entre ellos, a través de los que hacía algunos comentarios de índole política. Al mismo tiempo, abrió una cuenta en Twitter para lanzar numerosos mensajes crípticos sobre sus intenciones.
Más adelante, guardó silencio durante unos días hasta que apenas una hora y media antes de la explosión de la bomba en Oslo, envió mil e-mails avisando de sus intenciones homicidas.
A la luz de todos estos datos, estaríamos ante un experto en comunicación que ha utilizado a los medios para difundir su ideología, sacando gran partido mediático a su horripilante acción.